En la sede de la UNPACU están actualmente cinco activistas en huelga de hambre, entre ellos Ferrer.

En un video publicado en YouTube, Ferrer denunció que, además del "acto de repudio", varias personas lanzaron piedras contra la casa, que lo golpearon a él y a su esposa, la médica Nelva Ortega.

"Hubo un momento en el que dejaron de tirar piedras y mi esposa salió a buscar agua, porque ella sola está llevando la atención a los huelguistas, la atención al niño nuestro, de menos de dos años de edad, y cuando salió la apedrearon", explicó Ferrer. "Una piedra dio contra la puerta, con la otra le dieron en la espalda y otra dio en la pared", detalló.

"El niño, que siempre va detrás de la madre, salió en el momento en que una de las piedras daba contra la puerta", añadió.

"Yo salí y me apedrearon también", dijo Ferrer y precisó que recibió un impacto en el pecho, otro en un brazo y otro en el muslo de la pierna derecha

"Les devolvimos las mismas piedras con las escasas energías que tenemos y salieron corriendo como ratas", aseguró el líder de la UNPACU. "Luego, desde la distancia, siguieron apedreando", pero antes "salieron corriendo como Fidel y Raúl Castro en el Moncada".

La UNPACU dijo en Twitter que el hijo pequeño de Ferrer y Ortega estaba "muy asustado dando gritos, por los fuertes golpes de las piedras en el techo" de la casa.

No fue el único episodio, según la UNPACU, que denunció pedradas también contra la vivienda de la activista Miraida Martín Calderín.

Ferrer informó que un sexto huelguista que se encontraba en la sede principal de la UNPACU, su hijo José Daniel Ferrer Cantillo, de 18 años de edad, abandonó el ayuno tras una crisis renal "muy fuerte".

"Hubo que inyectarlo con diclofenaco de sodio, y lo convencimos para que comenzase a tomar abundante líquido y suspendiese la huelga", explicó.

Es "la miseria moral de un país convertido en horda", escribió el periodista José Raúl Gallego en su sitio en Facebook, al compartir el video del "acto de repudio" contra la UNPACU. "La Policía no deja pasar a los vecinos a sus casas, ni a las personas que van a buscar comida o a ofrecer ayuda, pero deja entrar y aúpa a estos agresores", señaló.

"¿Qué sentirá Israel Rojas, defensor de puentes de amor, al ver su música utilizada como banda sonora de actos de repudio contra personas con las capacidades físicas disminuidas por encontrarse en huelga de hambre? ¿Le gustará como se acoplan con la percusión el sonido de las piedras contra una casa donde hay mujeres y un niño pequeño?", cuestionó

"Han tirado piedras a una casa donde hay personas en estado crítico", denunció la historiadora del arte Carolina Barrero, detenida con violencia este sábado en La Habana por pedir ante una estación de la Policía conocer el paradero del artista Luis Manuel Otero Alcántara, arrestado horas antes.

"La huelga de hambre la hacen por el cese de la represión y la violencia, y violencia y represión reciben", criticó Barrero. "Quiten el cerco policial de Altamira y dejen entrar la ayuda humanitaria. Son ya 15 días de huelga de hambre por asfixia de la represión. Vergüenza los actos de repudio y de violencia de hoy", dijo.

Por su parte, el periodista independiente Héctor Valdés Cocho anunció un ayuno de tres días en apoyo a la UNPACU.

"Es triste ver que de tantas opciones solo te queda la de exponer el cuerpo mediante un desgaste por una huelga de hambre. Es lamentable mirar cómo quienes tienen el deber de velar por la integridad física de la ciudadanía miran a un lado y hacen caso omiso al reclamo legítimo de un pueblo", escribió Valdés Cocho en Facebook.

Añadió que con su gesto también protestará por la represión violenta contra Barrero, los artistas Áfrika Reina y Amaury Pacheco, y los raperos contestatarios Maykel Castillo (Osorbo) y El Funky este sábado en La Habana.

"A los esbirros que tiraron piedras (…) y a sus amos Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel les recordamos que miedo no les tenemos y que mientras ellos matan al pueblo de Cuba de hambre y de miseria nosotros luchamos por la libertad y por el bienestar de nuestro pueblo", dijo José Daniel Ferrer.

DIARIO DE CUBA