Los funcionarios de estos seis Estados prometieron armar un plan y compartir información acerca de los resultados para, de esa manera, tomar decisiones en base a esos datos. Aclararon que ello no implicaba actuar en sintonía absoluta o tomar decisiones que aplicaran a todos, pero remarcaron el valor de la cooperación regional.

Los mandatarios no dieron tiempos específicos acerca de cuándo piensan reactivar a la sociedad, que lleva ya un mes sin actividad comercial ni educativa, pero aclararon que se trata de una cuestión de semanas. Otros tres estados en la costa oeste -California, Oregon y Washington- realizaron un anuncio similar.

Cuomo prometió que cualquier decisión se tomará teniendo en cuenta la opinión de los médicos epidemiólogos. Cada Estado va a nombrar a un oficial de salud y a un oficial económico que junto a sus pares de los otros Estados liderarán esta coalición. El Gobernador de Connecticut, Ned Lamont, explicó que debido a la dinámica de los tres Estados (Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut), donde miles de personas cambian de un Estado al otro a diario –en su mayoría porque viven en un sitio y trabajan en el otro-, es fundamental tener un protocolo unificado que simplifique la vida de la gente que está en movimiento. Los trenes que unen estos tres Estados han sido considerados un caldo de cultivo del COVID 19. Sin especificar cómo lo harán, los Gobernadores reconocieron que deben encontrar una manera de asegurarle a la gente que moverse de un lado a otro ha vuelto a ser seguro.

Una labor difícil es la de dar seguridad a la población en una región tan afectada. Al día de hoy, Nueva York ha superado las 10 mil muertes como consecuencia del coronavirus y registra más de 190 mil casos positivos. Nueva Jersey está cerca de llegar a los 62 mil infectados y Connecticut ha reportado más de 12 mil transmisiones. En Pennsylvania hay más de 23 mil contagiados; el pequeño Estado de Rhode Island reportó más de 2.600 casos y Delaware 1.625. Es cierto que la curva comenzaría a aplanarse, pero los números son todavía masivos.

Si bien la prioridad hasta ahora ha sido la salud, es una realidad innegable que han pasado ya varias semanas de aislamiento y la situación económica de miles de residentes es verdaderamente apremiante. Quizás por eso los Gobernadores sintieron presión para dar esta rueda de prensa en la que no hubo especificaciones pero donde por primera vez se habló seriamente de la reapertura de una región importante del país.

Desde hace días la reapertura de la economía del país es el tema reinante. Desde diversos sectores se coquetea con la idea, pero no había hasta hoy declaraciones formales. De hecho en horas de la mañana, el Presidente Donald Trump había dicho que es su decisión –y no la de los Gobernadores- si es hora de reabrir la economía. Sus palabras generaron amplio debate entre abogados que creen que tiene razón y otros que indican que la ley le da autoridad a los gobernantes locales. De todas maneras, el Presidente afirmó que estaba trabajando en varios proyectos de reapertura con Gobernadores, aunque en el anuncio de los representantes del poderoso noreste del país nadie mencionó a Trump como aliado del proyecto.

De hecho, Tom Wolf, el gobernador de Pennsylvania dijo en lo que pareció un mensaje velado al Presidente que “considerando que tuvimos la responsabilidad de cerrar el estado, creo que tendremos la responsabilidad primaria de abrirlo”.

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