El Tribunal Supremo español comienza a juzgar este martes a 12 políticos y líderes sociales catalanes, protagonistas del fallido proceso independentista en esa región, y la mayoría de ellos acusados de rebelión por la Fiscalía en una causa sin precedentes en España.

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Los procesados son el exvicepresidente del Gobierno catalán Oriol Junqueras y ocho de sus exconsejeros y la expresidenta del Parlamento regional y los líderes de las dos principales organizaciones sociales independentistas de Cataluña.  Todos ellos están acusados de participar de manera activa en la celebración de un referendo ilegal sobre la secesión de la región de Cataluña el 1.° de octubre de 2017 y de la declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlamento catalán el 27 de ese mismo mes.

Como respuesta a este proceso independentista, el Gobierno español cesó al Ejecutivo catalán y convocó elecciones regionales. Nueve de los procesados están en prisión provisional, acusados de rebelión y de malversación de fondos públicos por la Fiscalía, para los que pide penas que van desde los 25 años para Junqueras hasta los 16 para cinco exconsejeros. El resto está en libertad provisional, acusados por el Ministerio Público de desobediencia y malversación.

Durante la mayor parte de la instrucción del caso, todas las acusaciones (Fiscalía, el abogado del Estado y la acusación particular ejercida por el partido ultraderechista Vox) calificaron los hechos como una rebelión. Sin embargo, en la última fase del proceso, la abogacía del Estado cambió su acusación por la de sedición, delito que contempla menos pena en la ley española. 

Ante este cambio de postura, los partidos de oposición de centroderecha (el conservador Partido Popular –PP– y los liberales de Ciudadanos) acusaron al Gobierno de presionar a la abogacía del Estado para modificar su criterio. 

Esos partidos consideraron que era una concesión a los independentistas catalanes por el apoyo que estos habían prestado a los socialistas en la moción de censura parlamentaria que apartó del gobierno al PP el pasado 1.° de junio.

Los siete jueces que conforman el tribunal afrontan un proceso complejo, con una duración aproximada de tres meses, en el que están llamados a declarar alrededor de 600 testigos, entre ellos, el expresidente del Gobierno español Mariano Rajoy, quien estaba en el poder en el momento de los hechos. 

En el banquillo no estarán siete implicados, entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont, que huyeron de España para no someterse a la Justicia española y fueron declarados en rebeldía por el juez instructor, que les abrió una pieza separada. 

Puigdemont vivirá el juicio a más de 1.300 km, desde WaterloIEMPOo (Bélgica), decidido a europeizar su lucha por la independencia de Cataluña pese a los fracasos anteriores.
Este juicio ha levantado una gran expectación mediática, con más de 600 periodistas acreditados. 

El juicio llega en plena tormenta política, con el PP y Ciudadanos movilizados contra el Gobierno socialista, a los que se une el ultraderechista Vox, que califican de “traición” la postura del gobierno que preside Pedro Sánchez por intentar un diálogo político con los independentistas catalanes. 

EL TIEMPO; COLOMBIA/efe