El diputado de la derecha brasileira, Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), se impuso este domingo con amplia ventaja en la primera vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, aunque tendrá que ir a balotaje con su principal rival, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.

Bolsonaro, un político derechista, acumulaba un 46,93% de los votos válidos, cuando se había escrutado un 93,79% del total y la representante del Tribuna Elactoral del Gigante Sudamericano, Rosa Weber, anuncio su triunfo y la necesiad de una segunda vuelta electoral el proximo 28 de Octubre con el representante de Lula da Silva, Fernando Hadad, que consegia solamente un 28,08%.

El laborista Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT) del desaparecido dirigente izquierdista Leonel Brisola, se ubicaba en tercer lugar, con el 12,50%, lejos de los dos más votados.

Bolsonaro, de 63 años, un excapitán del Ejército, promete reprimir el crimen y la corrupción, trepó en las encuestas de opinión en la última semana, montado en una ola de antipatía hacia el Partido de los Trabajadores.

El diputado de derecha ganó impulso durante el último mes, luego ser apuñalado en un mitin, lo que le impidió hacer campaña. Había pedido apoyo a través de las redes sociales para ganar la mayoría de los votos y triunfar en las elecciones en primera ronda, informó Reuters.

Seguidores de Bolsonaro fuera de su casa en Río de Janeiro ondeaban la bandera nacional, coreando "¡Nuestro presidente!" cuando el candidato regresó de votar, acompañado de una enfermera, en un convoy de camionetas negras.

La sede de campaña de Haddad, en un hotel de Sao Paulo, estalló en festejos cuando las encuestas a boca de urna mostraron que la carrera iría a una segunda vuelta. Algunos sondeos recientes mostraron que podría ganarle a Bolsonaro en un balotaje.

Con todo, las encuestas de salida mostraron grandes victorias a nivel estatal de aliados de Bolsonaro, en un resultado sorpresivo que trajo grandes derrotas para los candidatos del PT, incluyendo a la destituida expresidenta Dilma Rousseff, quien se había postulado para una banca en el Senado sin lograr elegirse.

Haddad, exministro de Educación y exalcalde de Sao Paulo, se presentó a la contienda en representación de Lula, el gran derrotado en esta contienda, quien está cumpliendo una condena por sobornos y lavado de dinero.

Los partidarios de Bolsonaro culpan al PT —que gobernó a Brasil durante 13 de los últimos 15 años— de uno de los mayores escándalos de corrupción del mundo, de la creciente delincuencia que ha disparado la cifra de asesinatos en el país, y de políticas económicas que contribuyeron a la peor recesión en una generación, lo que hizo al electorado sepultar la filosofia de izquierda como forma de gobierno en esta disputa electoral.

En la elección más polarizada desde el final de la dictadura en 1985, Bolsonaro cuenta con el respaldado de un grupo de generales retirados que aboga públicamente por la intervención militar si continúa la corrupción.

Tomado parcialmente del DIARIO DE CUBA