El presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Orlando Nicolás Hernández, apostó este miércoles por incrementar la cuota de energías renovables en la Isla durante su visita a la Expo Astaná 2017 en Kazajistán con motivo del Día de Cuba, reporta EFE.

"Las expectativas para el año 2030 es que la producción energética mediante fuentes renovables alcance el 24% y reemplazar así 1,75 millones de toneladas de combustible, con lo que se dejarían de emitir a la atmósfera seis millones de toneladas de dióxido de carbono cada año", dijo Hernández.

"Estamos en Expo Astaná para aprender, para actualizarnos con las experiencias de otros países y para conocer las tecnologías más avanzadas. Todo ello nos permitirá avanzar en nuestros objetivos para 2030", agregó.

"Creemos que hay un gran potencial para una mayor cooperación entre Kazajistán y Cuba en el campo de las energías renovables y la eficiencia energética", dijo por su parte el viceministro de Exteriores kazajo, Akylbek Kamaldinov.

A principios de julio, los diputados de la Asamblea Nacional cubana se refirieron a los problemas en el uso racional del combustible, "asignatura pendiente todavía en empresas y unidades presupuestadas". Sobre este tópico, en pasados días las autoridades sostuvieron su interés en controlar el combustible estatal para evitar los desvíos al mercado negro.

El país está inmerso en una crisis de combustible. En el primer semestre de 2017, los envíos de crudo y combustibles de Venezuela al Gobierno cubano cayeron casi un 13%.

Los cargamentos de petróleo de Venezuela a la Isla han estado cayendo desde 2008, cuando alcanzaron un pico de 115.000 bpd, debido sobre todo a un declive en las exportaciones de crudo y al mal estado de las refinerías venezolanas.

Gracias a los pactos, Cuba ha recibido un flujo significativo de petróleo venezolano en los últimos años, mientras que La Habana ha enviado a Caracas médicos y profesionales de otras especialidades, como entrenadores deportivos, que trabajan en condiciones de semiesclavitud.

Además de racionar la gasolina a las compañías estatales y la electricidad, el Gobierno cubano ha estado intentando este año recibir cargamentos de otros productores como Rusia, algo que no hacía hace más de una década.

A finales de 2016, el general Raúl Castro pidió al presidente ruso, Vladímir Putin, que asegurara el suministro de petróleo y productos derivados a la Isla. En mayo Moscú comunicó que solo abastecería de más petróleo a La Habana si encontraba financiación.

DIARIO DE CUBA