La recién inaugurada embajada de Cuba en Washington negó este martes la entrada a la activista Rosa María Payá cuando intentaba entregar una carta dirigida al ministro de Salud Pública, Roberto Morales, en relación con el caso de su padre, Oswaldo Payá, según explicó la opositora a DIARIO DE CUBA en conversación telefónica.

La activista señaló que en la misiva, firmada por su madre, se pide la entrega del informe de la autopsia realizada a su padre tras su muerte en julio de 2012. "Hace tres años que nos están negando este informe y en la carta le recordamos al ministro que es su responsabilidad hacérnosla llegar", recordó.

El intento resultó infructuoso porque la embajada estaba cerrada. "La embajada no está abierta para los cubanos ni tan siquiera", denunció Payá, que en cambio sí pudo conversar después con el vicecónsul, Armando Bencomo, aunque este rechazó la carta alegando que "aceptarla no era su competencia".

Payá intentó entrar junto a un cartero que accedió a la delegación y funcionarios de la delegación salieron "agresivamente" a impedirle el acceso y luego llamaron a la policía. "Es una embajada que no tiene ningún interés en representar a los cubanos, la bandera que se izó nos representa a todos, pero los que están allí trabajando representan solo a la elite del poder, la elite a la que ha decidido responder la administración de Estados Unidos".

La activista, que estuvo en la protesta que se realizó frente a la embajada durante la inauguración del lunes, dijo que el evento le sirvió pera constatar que "al despotismo ahora en Washington DC se le llama diplomacia". "Como no tenía ninguna ilusión con lo que estaba pasando tampoco tuve ninguna decepción", agregó.