El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, volvió a criticar anoche la nueva ley antiinmigrantes de Arizona pero advirtió que, a su juicio, el Congreso podría no tener el "apetito" político necesario para afrontar este año la reforma migratoria.

"Hemos atravesado un año muy difícil y estuve trabajando duro con el Congreso, así que sé que puede que no haya un apetito inmediato para lanzarnos sobre otro asunto controvertido", respondió Obama a periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One, de regreso a Washington, según reportó la agencia Ansa.

El Congreso aprobó este año la ley de reforma sanitaria y se apresta a discutir las nuevas normas de controles sobre las firmas de Wall Street, dos frentes en los que se registraron duros choques entre demócratas y republicanos.

Obama había prometido durante la campaña electoral para las elecciones del 2008 llevar al Congreso la reforma migratoria en su primer año de gobierno, pero el tema sigue postergado.

En cuanto a la ley en Arizona, Obama se declaró de acuerdo con las autoridades de ese estado en su enojo con los inmigrantes ilegales "que no juegan de acuerdo con las reglas", pero advirtió que la nueva normativa puede derivar en violaciones de los derechos civiles.

"Creo que es un error darle a las autoridades policiales locales el poder de detener a las personas bajo la sospecha de que puedan ser trabajadores indocumentados", afirmó Obama en el vuelo de regreso de su gira por el Medio Oeste norteamericano.

Fuente: Télam